Navegando la CSRD, los retos complejos  y  las  oportunidades

By Antonio Morales | Last Updated: 24 May 2024

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Créditos de la imagen: Pexels.com 

Por Antonio Morales, Co-fundador de Skills4Impact

Antecedentes y alcance

La CSRD o Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad que entró en vigor a principios de 2024, se basa en la Directiva de Reporte No Financiero (NFRD), pero amplía significativamente su alcance y profundidad. El principal objetivo de la CSRD es asegurar que la información de sostenibilidad proporcionada por las empresas sea consistente, comparable y fiable, pero sobre todo el principal objetivo del CSRD es aumentar el flujo económico hacia modelos de negocio más sostenibles en toda la Unión Europea.

El CSRD tiene como objetivos específicos acentuar la creciente conciencia sobre los factores ambientales, sociales y de gobernanza, también conocidos tradicionalmente como factores ESG. Esta transparencia es vital para combatir el greenwashing y permitir que los grupos de interés como por ejemplo: autoridades, inversores y consumidores tomen decisiones informadas y sostenibles. La directiva exige reportes detallados sobre una amplia gama de factores ambientales, sociales y de gobernanza, alineando el reporte no financiero con los estándares de los reportes financieros.

Es por ello que en noviembre de 2022, el EFRAG (Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera), que  es una organización europea privada sin ánimo de lucro que trabaja para promover un marco contable único en Europa, propuso un conjunto de normas de presentación de informes estandarizadas denominadas “ESRS“. Después de recopilar comentarios de consultas públicas y varios procesos. la Comisión Europea adoptó oficialmente la versión final del ESRS.

La idea principal de esta iniciativa era simplificar los procesos reduciendo el número de obligaciones de divulgación a casi la mitad y limitar los estándares obligatorios a tres de doce (que cubren la divulgación general, de clima y de la propia fuerza laboral). Con la versión vigente del ESRS, la Comisión Europea ha simplificado aún más la presentación de informes para las empresas versus las versiones iniciales, manteniendo al mismo tiempo los ambiciosos objetivos de la legislación CSRD.

Actualmente, todos los estándares, requisitos de divulgación y puntos de datos a reportar, excepto las Divulgaciones Generales, estarán sujetos a una evaluación de materialidad, por ello el concepto de Doble Materialidad se vuelve un elemento fundamental a la hora de definir un punto de partida para cumplir la normativa. Esto busca establecer si los temas de las normas son relevantes para la empresa. Por ejemplo, el tema del impacto en la biodiversidad para una empresa con oficinas sólo en áreas metropolitanas puede no ser necesariamente material y, por lo tanto, es posible que la empresa no tenga obligación de informar sobre este tema.

Sin embargo, no todas las normas reciben el mismo trato. Se presta especial atención al relacionado con el clima, para lo cual será necesario probar y justificar públicamente la inmaterialidad de las cuestiones. Además, es importante señalar que, cuando son materiales, los requisitos de divulgación no son opcionales.

Todo el equipo directivo a nivel del consejo de administración se ve afectado por esta directiva, por ejemplo el consejo de supervisión e idealmente un comité de sostenibilidad deben supervisar los informes de divulgación de sostenibilidad de la empresa. Por último, pero no menos importante, toda la información sobre sostenibilidad debe presentarse a un auditor o a un proveedor de servicios independiente para que tenga validez.

Desde el IBEX-35 hasta miles de proveedores

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Ilustración elaborada por R4S

El V Informe Comparativo de los Estados de Información No Financiera (EINF) del IBEX-35 de la firma EY destaca que casi la mitad de las empresas del IBEX-35 (49%) presentan su información no financiera con un enfoque integrado, mientras que un 35% ofrece información adicional al mínimo requerido, todo esto antes de la CSRD. El análisis de doble materialidad voluntario ha visto un incremento notable, pasando de un 9% en 2020 a un 40% en 2021. Sin embargo, la falta de homogeneidad y comparabilidad de los datos sigue siendo un desafío, con el 50% de las métricas presentadas de manera diversa. La falta de requisitos de publicación normalizados ha dado lugar a niveles de madurez muy diferentes en los distintos aspectos ESG a pesar del tamaño de grandes conglomerados empresariales.

Esto afecta no sólo a las corporaciones internacionales o empresas del IBEX-35, sino también a todas las pequeñas y medianas empresas, independientemente de su orientación al mercado de capitales, que cumplan dos de los tres criterios siguientes: más de 250 empleados, un balance total de más de 20 millones de euros y ventas netas. de más de 40 millones de euros. Además, el reglamento cubre a todas las empresas que cotizan en un mercado regulado de la UE. Esto no se aplica a las microempresas que no superen dos de estos tres criterios: diez empleados, 350.000 euros de balance total y 700.000 euros de facturación neta. Se estima que en más de 5,500 empresas españolas estarán sujetas a la CSRD desde el 2024 hasta el 2029, conforme al calendario establecido. El incumplimiento de la CSRD será sancionado según la normativa de cada estado miembro. En España, será el órgano legislativo correspondiente quien establecerá dichas sanciones.

Algo que sorprende, es que a nivel Europeo, conforme a un estudio de Bakertilly, solo el 57% de las empresas afirman tener poco o ningún conocimiento de la normativa CSRD, y clasifica en tres grupos: Las mejor en su clase con un 12% de participación, las cuales se sienten preparadas o casi preparadas, las recién llegadas con un 59% de participación, las cuales se están preparando, aún con un camino largo por recorrer y las rezagadas, que corresponden al 29% de las empresas, y que tienen ninguna preparación al respecto. Ahora bien, no todas las empresas parten de cero: 3 de cada 10 empresas que reúnen los requisitos ya publican un informe de sostenibilidad, pero hay un gran desafío de divulgación para el resto.

El reto de la recopilación y gestión del dato

Uno de los desafíos más significativos es la recopilación y gestión exhaustiva de datos necesarios. Las empresas deben reunir datos ESG detallados a lo largo de sus operaciones y cadenas de suministro, incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero, biodiversidad, uso del agua, impactos sociales y prácticas de gobernanza. En detalle, se deben tener en cuenta hasta 1700 puntos de datos cuantitativos y cualitativos. Además. se requiere verificación independiente para toda la información. 

La falta de infraestructura y experiencia necesarias para una recopilación de datos tan detallada puede ser un obstáculo considerable. 

La CSRD tendrá un efecto dominó en todas las empresas, incluso las que no tienen obligación a los informes. Los requisitos de presentación de informes del CSRD son amplios y cubren aspectos como por ejemplo: la proporción de empleados entre hombres y mujeres y la sostenibilidad de los materiales de embalaje. Para las empresas, esto significa que necesitan conectar una multitud de fuentes de datos, que a menudo abarcan diferentes departamentos y países. No se trata sólo de la recopilación de datos internos, es necesario recopilar información de los proveedores, lo que añade una capa de complejidad. Los supermercados, por ejemplo, suelen tener más de 10.000 productos en sus estanterías y se enfrentan a la difícil tarea de recopilar todos los datos de sus proveedores debido a la gran variedad de productos que ofrecen.

Según un estudio de Fullstep del 2022,  solo el 13% de las empresas en España cuentan con una implantación tecnológica completa de procesos de compras sostenibles.  El 76% de las empresas encuestadas cree que la directiva tendrá un alto impacto en la gestión de proveedores.

Las empresas necesitan establecer sistemas y procesos para la recopilación y presentación de informes de datos confiables y completos que puedan apegarse a los estándares definidos por EFRAG, que sean comparables  y que involucren a toda la cadena de valor. La transición de herramientas tradicionales como Excel, que tiene un nivel de uso para los reportes de sostenibilidad sobre el 62% en las empresas hacia sistemas integrados más avanzados para datos de sostenibilidad será un gran desafío a solventar.

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Ilustración elaborada por R4S

La línea base: Evaluación de Doble Materialidad

La evaluación de doble materialidad requiere que las empresas evalúen tanto los impactos financieros de los riesgos de sostenibilidad como sus impactos ambientales y sociales más amplios. Esta evaluación dual necesita una comprensión profunda de los problemas de sostenibilidad y su relevancia para el negocio, lo que puede requerir experiencia externa y procesos internos robustos.

Si bien la materialidad financiera generalmente se aplica a nivel de un grupo empresarial, la escala de la materialidad del impacto se evalúa caso por caso. Para algunos temas, los impactos pueden variar significativamente de un área comercial a otra o de un lugar a otro. El desafío es identificar la escala más relevante para evaluar el impacto. Por ejemplo, los datos relacionados con el clima se pueden consolidar a nivel de Grupo, mientras que el impacto sobre la biodiversidad debe determinarse a nivel de sitio. Esto hace que la gestión sea mucho más compleja que la materialidad financiera.

Tanto la evaluación de la doble materialidad como su resultado deben ser auditados, por lo que la empresa afectada por la directiva, debe poder demostrar al auditor que lo que está en el plan de acción también se corresponde con las actividades.

De acuerdo a varios expertos en la materia, es necesario priorizar las cuestiones relacionadas a la doble materialidad y las posibles partes interesadas; de lo contrario, se terminará informando sobre una gran cantidad de cosas para una amplia gama de partes interesadas. Existe el riesgo de una sobrecarga de información y, a su vez, una toma de decisiones de mala calidad, o que los costos de informar excedan los beneficios esperados, especialmente para entidades más pequeñas que pueden tener que informar directamente para cumplir con los requisitos de presentación de informes, o indirectamente porque son parte de otra organización. cadena de valor de la organización.

En cuanto a la información medioambiental requerida por los estándares, por ejemplo el ESRS E1 (Cambio Climático) es el más extenso. Se hace hincapié en la medida de emisiones de CO2, incluido el alcance 3; la identificación, evaluación y cuantificación de los riesgos y oportunidades vinculados al cambio climático y sus implicaciones financieras; y los planes de adaptación y mitigación del cambio climático. Este enfoque de evaluación de impactos, riesgos y oportunidades se extiende también al resto de estándares: ESRS E2 (Contaminación), ESRS E· (Agua y recursos marinos), ESRS E4 (Biodiversidad y ecosistemas) y ESRS E5 (Uso de recursos y economía circular), cobrando relevancia la cuantificación financiera de los mismos.

Por lo tanto, a manera de ejemplo un desafío significativo para las empresas es abordar la cuantificación y las acciones relacionadas a las emisiones de Alcance 3, que son las emisiones indirectas registradas por el impacto de los proveedores en la cadena de suministro. Según el estudio Carbon Action Report 2023 de EcoVadis, solo el 3% de las empresas españolas compromete a sus proveedores en la reducción de emisiones de carbono en la cadena de suministro. 

La CSRD exige la verificación por terceros de la información de sostenibilidad reportada, asegurando su precisión y fiabilidad. Este requisito añade una capa de escrutinio y obliga a las empresas a establecer controles internos y procesos de verificación sólidos.

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Ilustración elaborada por R4S

Oportunidades claras para las empresas

Nadie duda que al cumplir con la CSRD, las empresas pueden mejorar su transparencia, sistema de gobernanza, construir confianza con las partes interesadas y mejorar su reputación. La transparencia en los reportes permite que los inversores, clientes y otras partes interesadas tomen decisiones informadas, fomentando relaciones más sólidas y potencialmente aumentando la inversión y la lealtad del cliente. 

Integrar la sostenibilidad en las estrategias comerciales puede impulsar la innovación y la creación de valor. Las empresas que gestionan proactivamente los riesgos y oportunidades de sostenibilidad pueden aumentar su eficiencia operativa y reducir costos. Además, al desarrollar productos y servicios sostenibles, las empresas pueden acceder a nuevos mercados y satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.

También a nivel de talento y gestión del recurso humano, por ejemplo el ESRS S1 enumera 17 divulgaciones específicas que brindan información sobre quién trabaja para la empresa, cómo el trabajo de la empresa afecta a los empleados y qué medidas toma la empresa para cuidar de sus empleados y aprovechar al máximo sus capacidades. Esta es una gran oportunidad para construir mejores lugares para trabajar, atraer talento que puedan actuar como agentes de cambio para impulsar una verdadera cultura de sostenibilidad en la empresa.

Pero algo que nos olvidamos, es que es necesario que las empresas puedan desarrollar la experiencia interna, es decir las capacidades en el diseño, la estrategia y el reporting de sostenibilidad. Esto implica educar a los mandos medios en temáticas de sostenibilidad y apoyarse con firmas especialistas en las temáticas, análisis de datos, metodologías de evaluación y estándares de reporte. Las empresas deben establecer equipos multifuncionales que reúnan a profesionales de finanzas, sostenibilidad, recursos humanos, operaciones y TI para asegurar una gestión adecuada.

La CSRD va a suponer necesariamente una mayor conexión entre el área financiera y el área de sostenibilidad, lo que supondrá un gran esfuerzo de coordinación interna pero también una gran oportunidad de cohesión entre ambas materias financiera y no financiera, que son fundamentales para el desarrollo de una empresa.

 Aquellos directivos que decidan aproximarse al reporting bajo CSRD como un mero ejercicio de cumplimiento,  hacer un "check en la casilla" y seguir adelante, y no apuesten por aprovechar esta gran oportunidad para vincular la sostenibilidad a la creación de valor, es probable que obtengan menos resultados. Peor aún, podrían encontrarse con que el valor de su negocio se deteriore, y que los inversores y acreedores entiendan que su estrategia no contempla los riesgos y oportunidades derivadas de la sostenibilidad. La CRSD debe actuar como una palanca que dé la vuelta al "status quo".

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