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¿Cuáles son los principales factores de cambio que van a afectar a las compañías? Los líderes empresariales lo tienen claro: la tecnología, el talento y la sostenibilidad. Estos tres factores van a contribuir de forma decisiva a dibujar un nuevo escenario en el mundo de los negocios. Y lo que es más relevante: la velocidad del cambio es cada vez mayor y más del 50% de las personas directivas reconocen que no están preparadas para dar respuesta a estos cambios.
En los próximos años, la intersección entre la tecnología, la sostenibilidad y el talento será el epicentro de una revolución que redefinirá la forma en que las empresas operan y se relacionan con su entorno. Sería un craso error ver estos tres elementos de forma aislada y separada, sin comprender las relaciones que existen entre ellas.
La irrupción de la Inteligencia Artificial generativa es, sin duda, el factor más influyente este año en nuestra percepción del cambio. La automatización de procesos, el análisis de datos avanzado y la personalización de servicios son solo algunas de las capacidades que la IA está potenciando en el mundo empresarial.
De forma similar, la sostenibilidad va incorporándose de forma gradual en la estrategia empresarial. La presión social, los mercados financieros y, sobre todo, las regulaciones europeas en esta materia, entre las que destacan las directivas CSRD y la CSDDD, están impulsando la relevancia de integrar los riesgos y las oportunidades que la sostenibilidad genera en el modelo de negocio de las compañías.
Ante esta situación, ¿estamos apostando por el talento para dar respuesta a estas tendencias? Por los datos, claramente no. El 94% de las empresas no tiene el talento necesario para lograr sus objetivos de sostenibilidad. Al mismo tiempo, el 42% de los líderes empresariales reconoce que la ausencia de habilidades por parte de las personas que trabajan en la compañía es uno de los tres principales retos que impiden que la organización responda a estos cambios. A esto se le suma la desafección de los equipos con la compañía, que también dificulta esta adaptación.
Este escenario nos sitúa ante una gran oportunidad: integrar la formación en sostenibilidad con nuevas herramientas tecnológicas para dotar a las personas de mejores competencias que permitan a las compañías liderar un proceso de transformación sostenible. Por desgracia, la mayoría de las empresas están apostando por invertir en mayor medida en tecnología y no conceden la misma relevancia estratégica al desarrollo y motivación del talento. Los riesgos de esta decisión, teniendo en cuenta los datos presentados, son evidentes.
Además de un salario competitivo y unas buenas condiciones laborales, hoy día el talento está buscando también trabajar en empresas con un propósito de impacto positivo en las personas y el planeta. El 71% de las personas en búsqueda de empleo destaca que los compromisos de sostenibilidad en una empresa son importantes a la hora de inscribirse a una oferta de empleo. Esta tendencia se acentúa todavía más entre las generaciones más jóvenes. Son numerosas las evidencias que relacionan el grado de contribución de los empleados cuando la organización tiene un fuerte compromiso social y ambiental.
En suma, el cambio que se avecina en la agenda empresarial está marcado por la convergencia de la tecnología, la sostenibilidad y el talento. El camino hacia la sostenibilidad de cualquier compañía empieza cuando un grupo de líderes con talento empiezan a trabajar la sostenibilidad con carácter estratégico. Pero el proceso de transformación sostenible sucede sólo cuando todos los líderes y personas de una organización asumen que la sostenibilidad es un componente inherente en su día, lo que implica incorporarlo en su modelo de negocio y procesos. Esto sólo sucederá si las empresas adoptan un propósito claro de impacto positivo y lo acompañan con acciones, políticas y esquemas de incentivos que permitan a toda la organización contribuir a este propósito. Entre estas acciones, la formación y sensibilización en sostenibilidad será clave. Por tanto, para responder de forma efectiva a los cambios más inmediatos, hay que situar al talento como prioridad estratégica de la agenda empresarial en sostenibilidad.
Tribuna publicada en Capital Humano, junio 2024.
